Haruki Murakami
(Fragmento)
Despertó para descubrir que había sufrido una
metamorfosis y se había transformado en Gregorio Samsa.
Yacía bocarriba sobre la cama, mirando el techo. Le
tomó tiempo para que sus ojos se acostumbraran a la falta de luz. El techo
parecía un techo común, de los que puedes encontrar en cualquier parte. Alguna
vez había sido pintado de blanco, posiblemente crema pálido. Años de polvo y
suciedad, sin embargo, le habían dado ese color de leche echada a perder. No
tenía adornos, ninguna característica que lo definiera. Ningún argumento,
ningún mensaje. Cumplía su función estructural y no aspiraba a nada más.
Había una ventana grande a un lado de la habitación, a
su izquierda, pero sus cortinas habían sido removidas y había sido colocado
cartón en el marco. Habían dejado aproximadamente una pulgada de espacio en
cada lado horizontal del cartón, no era claro si había sido intencional o no.
Rayos matutinos del sol brillaban a través de estas aberturas dibujando unas
líneas paralelas en el piso. ¿Porqué la ventaba fue barricada de esa ruda
manera? ¿Se aproximaba una gran tormenta o tornado? ¿O sólo fue para evitar que
alguien entrara? ¿O para evitar que alguien (él, a lo mejor) saliera?
Aún acostado, lentamente giró su cabeza y examinó el
resto de la habitación. No pudo ver algún otro mueble aparte de la cama donde
estaba. Ninguna cajonera, escritorio o silla. Ninguna pintura, reloj o espejo
en las paredes. Ninguna lámpara, ninguna luz. Ni siquiera pudo distinguir algún
tapete o alfombra en el piso, sólo madera desnuda. Las paredes estaban
cubiertas con papel tapiz de un complejo diseño, pero era tan viejo y desteñido
que en las penumbras era casi imposible descubrir de qué diseño se trataba.
La habitación había servido, quizá alguna vez, como habitación
normal. Sin embargo ahora todos los vestigios de vida humana habían sido removidos.
La única cosa que permanecía era su solitaria cama en el centro. Y no tenía
sábanas, cobijas o almohadas. Sólo un antiguo colchón.
Samsa no tenía idea de dónde estaba o de lo que
debería hacer. Todo lo que sabía era que ahora era un ser humano cuyo nombre es Gregorio Samsa. ¿Y cómo supo eso? ¿Quizás alguien se lo había
murmurado al oído mientras dormía? ¿Pero, quien había sido antes de que se
convirtiera en Gregorio Samsa? ¿Qué
había sido?