Quizás
primero debería explicarles donde se localiza Big Sur. Comienza al norte del
rio Little Sur (Arroyo Malpaso) y se extiende al sur hasta Lucía, la cual al
igual que Big Sur, es un lugar de referencia en el mapa. Hacia el este, desde
la costa, se extiende al Valle de Salinas.
Aproximadamente, la región de Big Sur comprende un área dos o tres veces el
tamaño de Andorra.
Ahora,
cuando un visitante diría que hay una semejanza entre ésta costa, la Costa del
Sur, y ciertas secciones del litoral
Mediterráneo, otros lo comparan con la costa de Escocia. Pero las comparaciones
son vanas. Big Sur tiene su propio clima y sus propias características. Es una
región donde los extremos se encuentran, una región donde uno siempre está consciente
del clima, del espacio, de la dimensión y el elocuente silencio.
Entre otras cosas, es el lugar de encuentro de aves migratorias que vienen del norte y del sur. Se dice de hecho que aquí se puede encontrar una variedad más grande de aves que en cualquier otro lugar de los Estados Unidos. También es el hogar de los sequoyas gigantes (redwoods) te los encuentras si vienes del norte y los dejas saliendo por el sur.
Entre otras cosas, es el lugar de encuentro de aves migratorias que vienen del norte y del sur. Se dice de hecho que aquí se puede encontrar una variedad más grande de aves que en cualquier otro lugar de los Estados Unidos. También es el hogar de los sequoyas gigantes (redwoods) te los encuentras si vienes del norte y los dejas saliendo por el sur.
En la noche
aún puedes escuchar aullar a los coyotes y si uno se aventuras después de la primera cadena de montañas puede encontrar pumas y otros animales salvajes. Ya
no se puede encontrar osos grizzli aquí pero aún puedes contar con las
serpientes de cascabel. En días claros, soleados, cuando el azul del mar
rivaliza con el azul del cielo, puede uno ver halcones, águilas, zopilotes
volando sobre el silencioso cañón.
En el verano, cuando llega la niebla, uno puede ver un mar de nubes flotando indiferentes sobre el océano. Tienen la apariencia, a veces, de enormes burbujas iridiscentes de jabón sobre las cuales se puede ver un doble arcoíris. En enero y febrero las colinas son más verdes, casi tan verdes como la isla Emerald. De noviembre a febrero son los mejores meses, el aire es fresco y vigorizante, el cielo es claro, el sol todavía suficientemente cálido como para tomar un baño de sol.
En el verano, cuando llega la niebla, uno puede ver un mar de nubes flotando indiferentes sobre el océano. Tienen la apariencia, a veces, de enormes burbujas iridiscentes de jabón sobre las cuales se puede ver un doble arcoíris. En enero y febrero las colinas son más verdes, casi tan verdes como la isla Emerald. De noviembre a febrero son los mejores meses, el aire es fresco y vigorizante, el cielo es claro, el sol todavía suficientemente cálido como para tomar un baño de sol.
A veces,
cuando camino sobre la vereda que serpentea sobre las colinas hago un esfuerzo
para continuar y abarcar la gloria y grandeza que envuelven el horizonte. Frecuentemente,
cuando las nubes se apilan en el norte y el mar se agita sobre capas blancas,
me digo a mí mismo: “Esta es la California que el hombre soñó hace años, éste
es el Pacífico que Balboa vio frente a él desde el Pico de Darien, ésta es la cara de la tierra como el
Creador quiso que se viera”.
Henry Miller
Henry Miller
Henry Miller
Big Sur and the oranges of Hieronymus Bosch
New Directions P.C., 1957
New York, USA.